Durante la noche del 20 al 21 de junio se ha celebrado el Алые Паруса (Álie Parusá), traducido al castellano "velas escarlata", uno de los eventos más impresionantes y coloridos que se celebran en San Petersburgo. Este espectáculo ha adquirido mucha fama y prestigio internacional en los últimos años. Atrae a un gran número de turistas y lugareños.
Este festival veraniego, que se celebra en la capital del Norte, tradicionalmente en el sábado más cercano a la noche más blanca (aproximadamente del 18 al 24 de junio), está dedicado a los graduados de las escuelas secundarias de toda Rusia. En 1968 tuvo lugar por primera vez.
Debido a este evento no sólo las calles del centro estaban bloqueadas, sino también el Neva desde el Puente del Palacio hasta el Puente de la Trinidad. De hecho solo se puede acceder a la fiesta con una invitación. Con motivo de la excepcionalidad de esta noche, 15 estaciones del centro de la ciudad permanecieron en funcionamiento sin interrupciones para la entrada y la salida, y el resto solo para lo segundo.
La fiesta comenzó a las 22:00 en la Plaza del Palacio. Un concierto en un gran y bonito escenario, transmitido en unas pantallas gigantes para la ocasión, amenizó el comienzo de esta noche mágica con una serie de actuaciones de algunas de las bandas más populares en Rusia en la actualidad, por lo general de pop. La lluvia no impidió que se desataran los brincos y la alegría.
Después del concierto en la plaza del Palacio, la gente se amontonaba en los alrededores del Neva y de la Punta de la isla Vasilievski. A las 00:40 empezaba el increíble climax del final de la fiesta con un espectáculo de iluminación, fuegos artificiales y música en vivo con una parte del repertorio que escrita para esta celebración. El punto álgido que desataba la habitual euforia de los espectadores rusos en este tipo de eventos fue la aparición estelar del barco con velas escarlata. El barco se pasea lentamente por los muelles del río. Su movimiento pausado se acompaña con un juego de luces especialmente diseñado, fuegos artificiales y el espectáculo en el agua. Todo ello perfectamente sincronizado con la música - exclusivamente solo de compositores rusos y soviéticos - hacen de este evento de aproximadamente 30 minutos algo inolvidable. La magia de la atmósfera te atrapa e hipnotiza. La emoción no se puede contener y algunas personas empezaron a entonar el himno de Rusia al terminar el espectáculo.
"Velas escarla" es el único festival en el mundo de estas características con esta magnitud y la única fiesta de Rusia que aparece en el registro del turismo de eventos mundiales y se recomienda su visita en casi 20 países de la Unión Europea. A título personal de quien esto escribe, es lo más espectacular que he visto en Rusia y probablemente en mi vida.
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