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domingo, 11 de enero de 2015

Добро пожаловать (dabró pazhálavat=bienvenidos)

Tarde pero todavía a tiempo, por fin me he decidido a crear un blog sobre mi experiencia en Rusia. Lo hago consciente de que debería haber aprovechado la oportunidad desde un principio, y más siendo un recién licenciado en Periodismo, pero entre unas cosas y otras no ha sido así.

Ya llevo más de tres meses en la maravillosa San Petersburgo (aunque con un parón navideño en casa), antigua Leningrado y Petrogado, ciudad de palacios, zares y bolcheviques, con una corta pero intensa historia de trescientos años. Estoy aquí realizando un European Volunteer Service (EVS), o lo que es lo mismo Servicio de Voluntariado Europeo traducido al castellano, algo de lo que supongo también tendré la oportunidad de hablar más adelante.

De momento la experiencia no puede ser más enriquecedora y fascinante en todos los niveles. Rusia, con sus pros y sus contras, es una tierra desconocida que en cuanto aterrizas en ella no deja de sorprenderte por múltiples motivos. Es un país con tremenda vitalidad que engloba a dos continentes divididos por los urales. Hay once zonas horarias. Infinidad de lagos, ríos, bosques, montañas y lugares que han sido abiertos a los viajeros solo en los últimos años. Por lo tanto la diversidad es enorme. Cada día hay algo por descubrir y ninguno es igual que el anterior. No sabes que aventuras te pueden esperar. Eso es lo mejor de vivir en el extranjero en general.

Por otra parte siento que formo parte de un proyecto que solo aporta beneficios a unas personitas muy especiales y no a la cuenta de corriente de unos pocos avariciosos. Días duros desde luego que los hay pero merece la pena el esfuerzo cuando estás realizando una labor tan bonita a pesar de todo. Bueno, ya os iré descubriendo poco a poco las singularidades de este vasto rincón del planeta y sobre mi función aquí.

No pretendo más que intentar que quien siga el blog se haga una mínima idea de lo que significa vivir aquí. Trataré de acercaros lo máximo posible a la cultura rusa y a sus costumbres, a la manera de pensar y de ver la vida del pueblo ruso. Incluso me gustaría enseñar de forma amena algo de vocabulario y expresiones básicas del idioma ruso (harto difícil, sí, exige mucha constancia y horas de estudio). Ya veremos si encuentro la fórmula idónea para hacerlo.

Obviamente, al pasar la mayor parte del tiempo en la ciudad que fue la capital del imperio ruso durante doscientos años, en la mayoría de posts que traten sobre mis experiencias personales tendrán lugar en San Petersburgo, una ciudad como un enorme museo al aire libre con muchos tesoros por descubrir para el visitante (¡venid!). No obstante, también estoy teniendo la oportunidad de conocer otros puntos de la geografía rusa e iré escribiendo sobre los viajes que están por llegar, incluso si son más allá de la frontera rusa, por qué no. También escribiré algo sobre los viajes que ya han tenido lugar, aunque sea a toro pasado.


Haciendo el mongol en la Plaza Roja (Moscú).

До встречи (da fstriéchi=hasta la próxima)!

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