Durante los días del 23 al 26 de abril estuve en el seminario intermedio del Servicio de Voluntariado Europeo (SVE), o European Volunteer Service (EVS) en inglés, en mi caso correspondiente a la zona del Este de Europa y del Caúcaso.
Pero... ¿Qué es exactamente el SVE?
Para quién todavía no sepa lo que es el SVE, se trata de una parte del programa Erasmus + de la Comisión Europea.
Esta experiencia nace del acuerdo entre dos organizaciones que son las responsables de reclutar voluntarios para sus proyectos. Los voluntarios participan en el EVS a través de una organización de envío en el país donde van a vivir y una organización de acogida que los recibe y los hospeda durante el periodo de servicio. Por ejemplo, en mi caso la Asociación Entérate y Perspektivy.
Aunque se trate de un voluntariado, este programa ofrece varias ventajas y facilidades: alojamiento gratuito, comida, seguro médico y dinero de bolsillo, cuya cuantía depende de donde realices tu proyecto. La única cosa que puede que tengas que pagar es una pequeña parte de tus costes de viaje o de otro tipo, como internet.
Los proyectos pueden durar entre dos y doce meses y es indispensable tener entre diecisiete y treinta años. Como voluntario puedes trabajar en un variado rango de campos, como cultura, juventud, deportes, niños, patrimonio de la humanidad, arte, medio ambiente, bienestar animal y cooperación al desarrollo. Al final de tu experiencia SVE, recibirás un certificado que confirma tu cumplimiento describiendo tu proyecto, lo que se conoce como Youthpass.
Seminario intermedio
El seminario intermedio esta vez fue más tranquilo y reflexivo que el de llegada, donde hubo más desfase y vodka. Los voluntarios llegamos con mayor bagaje y principalmente queríamos alejarnos unos días de nuestra rutina y compartir batallitas con otras personas que han podido pasar por situaciones parecidas o muy distintas. Ahí reside el valor de este seminario; en compartir tus experiencias positivas y negativas y en incrementar la motivación para encarar de la mejor manera posible los últimos meses de tu proyecto.
En estos cuatro días tuvimos la oportunidad de aprender de la "historia SVE" de cada uno de los participantes y de las oportunidades que nos puede brindar en el futuro está inolvidable experiencia una vez que el periodo de servicio concluya. Así mismo, pudimos evaluar nuestro proceso de aprendizaje personal a través de diferentes actividades, unas más útiles que otras, como también nos informaron de los pasos necesarios para obtener el Youthpass. Todo ello en una atmósfera relajada e informal donde los voluntarios nos pudimos sentir cómodos con un montón de conversaciones interesantes tanto dentro como fuera del programa oficial.
La ciudad
Al igual que en mi seminario de llegada, el intermedio se celebró en Rostov Veliky. Se trata de una pequeño municipio de poco más de treinta mil habitantes que forma parte de las veinte ciudades que forman el anillo de oro de Moscú (algo menos de tres horas la separan de la capital de Rusia). De la misma manera nos alojamos en el céntrico Hotel "Lion", que sin ser la repanocha ofrece bastante comodidad y el nivel de la comida es aceptable y generoso. Como ya no hacía el frío de mil demonios de la primera ocasión pudimos disfrutar con más calma de este pequeño y tranquilo lugar.
Rostov Veliky es una antigua ciudad con más de mil años de antigüedad localizada sobre las orillas del Lago Nero en el Óblast de Yaroslavl. Es una de las pocas ciudades rusas conservadas en su plano de origen con su pintoresca arquitectura y paisaje natural. Tales hechos han servido para que haya sido incluida en un gran número de programas federales de reconstrucción y preservación. Además, las autoridades de esta ciudad han solicitado su inclusión en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Rostov ha sido continuamente objeto de invasiones, destrucciones e incendios en el pasado. El último y más grave episodio trágico tuvo lugar al principio del Siglo XV II cuando la ciudad fue prácticamente devastada. Desde tal siglo en Rostov comenzó la intensiva construcción de templos, monasterios y edificios públicos y residenciales mantenidos hasta ahora. Entre ellos, los más significativos son: el Kremlin, el monasterio Spaso-Yakovlevsky, el monasterio Avraamievsky, el monasterio Varsity, el monasterio de Navidad y la Iglesia de madera de San Juan Bogoslova. Hay 323 monumentos arquitectónicos a día de hoy entre los cuales alrededor de 100 tienen valor federal, y el Kremlin de Rostov tiene valor mundial.
Galería de fotos